1. Muletón: Tejido de doble cara, siendo una de ellas plástica y la otra afelpada, que cumple varias funciones: por una parte, absorbe los líquidos que accidentalmente se derramen sobre la mesa, evitando que se propaguen por todo el mantel y dañen la madera, y, por otra, amortigua los ruidos de los cubiertos y copas al ser manipulados por el comensal o el camarero. Se coloca debajo del mantel con el plástico con contacto directo con la mesa y la felpa hacia arriba.
2. Mantel: Debe ser de tamaño proporcional a la medida y forma de la mesa, presentándose siempre perfectamente limpio y planchado. Puede llegar hasta el suelo o, en caso de mesas nobles, exceder unos 40 cm. por cada lado. El mantel hasta el suelo puede llevar un cubremantel por encima que caiga por los lados entre 25 y 30 cm como mínimo.
3. Servilletas: Serán cuadradas, de 50 ó 60 cm. de lado y se presentarán en la mesa dobladas con sencillez, es decir, en cuadrado, rectángulo o en pico, situándose sobre el plato, si éste es llano, o bien indistintamente a la derecha o a la izquierda.
4. Bajoplato (opcional): Esta pieza sirve para señalar el puesto del comensal. Estará presente durante toda la comida hasta el momento de servir el postre. Entonces lo retirará el camarero. Debe armonizar con la vajilla en colores y materiales, aunque es una pieza independiente. Se colocará a unos 2 cm. del borde de la mesa.
5. Plato llano o trinchero: En él se sirven alimentos sólidos. Va colocado sobre el bajoplato y se pone siempre, tanto si hay consomé como si hay sopa. En ambos casos se pondrá el servicio correspondiente sobre el plato llano, pero nunca se ponen dos platos llanos juntos.
6. Plato sopero: Va siempre sobre un plato llano
7. Taza de consomé: Es una especie de bol con dos asas y tiene su propio platillo. Ambas piezas se colocarán sobre el plato llano.
8. Plato del pan: Se sitúa a la izquierda del servicio, por encima de los cubiertos de la izquierda y puede ser de porcelana, plata o alpaca, en armonía con el bajoplato. Sobre él se coloca el cuchillo de la mantequilla.
9. Copas: La disposición de las copas, a la derecha de los platos y formando una línea oblicua, responde al orden en que se van a consumir los vinos y demás bebidas, empezando por la derecha. Se coloca primero la copa de vino blanco, a continuación la de vino tinto y la de agua. Generalmente, la copa de champán o cava se coloca detrás de ellas, en el centro, de manera que formen un triángulo entre todas.
10. Cubiertos: Los cubiertos se disponen a izquierda y derecha de los platos, siempre por parejas (excepto la cuchara) y por el mismo orden en que se van a usar, comenzando desde fuera hacia dentro y nunca más de tres cubiertos por lado. Los tenedores van a la izquierda y los cuchillos a la derecha, igual que la cuchara. Los cubiertos de postre pueden estar colocados en la mesa desde el principio o traerlos el camarero cuando sirva el postre y después de haber retirado el resto de los platos y cubiertos. En la mesa se dispondrán en la parte superior del plato, entre éste y las copas, paralelos entre sí y con el mango de cada uno apuntando hacia la mano con que se va a coger. El cuchillo de postre sólo se pone cuando el postre es duro (fruta o queso) y entonces se coloca después de la cucharilla, en el lado más lejano, con el mango a la derecha.
11. Centro de mesa: Es el toque final que no puede faltar. Deberá armonizar con el resto del conjunto, siendo proporcional a las medidas y forma de la mesa y no interrumpir la vista entre los comensales.
12. Velas: Sólo se ponen por la noche y siempre encendidas. Se elegirán velas sin aroma.
13. Tarjetas de plato: Tienen forma de teja y llevan el nombre del comensal, con su tratamiento correspondiente. Se colocan delante del plato. Cumplen una doble función: Que cada uno sepa dónde sentarse y que todos los demás sepan quiénes son sus acompañantes, por lo que conviene que lleven el nombre escrito por los dos lados.
14. Cenicero: Sólo se coloca en la mesa a los postres o con el café, si el anfitrión decide que se permita fumar.