16/8/10

Tres consejos para hablar en público, por Olga Casal



En el día a día de nuestra vida profesional, con frecuencia tenemos que enfrentarnos a alguna situación que nos obliga a hablar en público, bien sea por la presentación de una propuesta ante un cliente, unas palabras de agradecimiento u homenaje en un banquete o una conferencia sobre un tema de nuestra especialidad. El caso es que, aunque no seamos oradores profesionales, nos veremos en la necesidad de salvar la situación de una manera digna, coherente y sin que nos maten los nervios.
Sea cual fuere el motivo de la exposición y el tema a tratar en ella, ineludiblemente debemos proponernos tres objetivos:

Primero, empatizar con la audiencia: Necesitamos entrar en buena sintonía con nuestros oyentes, que perciban en nosotros una corriente de simpatía y respeto hacia ellos, lejos de cualquier postura arrogante a la que, a veces, nos empuja la inseguridad. Conocer con antelación el perfil del público, saber cuáles son sus expectativas y dirigirnos a él con una mirada directa y franca nos ayudará a conectar. Dominar la materia y hacer un par de ensayos ante el espejo, también. Intentaremos sentirnos cómodos y relajados, transmitiendo un aplomo que, seguramente estamos muy lejos de sentir, al menos en los primeros momentos.

Segundo, captar la atención del espectador: Por muy atractivo que sea el tema, es difícil mantener el interés de la gente durante más de 15 ó 20 minutos seguidos, ya que todos tenemos tendencia a distraernos y desconectar del asunto central mientras se nos van los pensamientos hacia nuestras propias preocupaciones. Conviene, pues, dividir la exposición en pequeños bloques, marcando cambios que impriman ritmo al conjunto y libren al público del aburrimiento. Como mínimo, será necesario hacer una breve introducción que avance la tesis que se va a presentar, seguida del cuerpo central en que se desarrollará el tema y, para finalizar, un resumen de las conclusiones derivadas de la exposición. Además de una presentación bien estructurada, si el contenido se ve salpicado de anécdotas, historias y ejemplos, será más fácil conservar el interés del espectador. En el caso de una conferencia o una impartición docente - normalmente más largas - se puede apoyar la exposición oral en material multimedia con vídeos, fotografías o gráficos que ilustren la ponencia y la hagan más amena.

Tercero, facilitar la comprensión del mensaje: Se trata de comunicar, no sólo de volcar información. De nada sirve inundar a nuestros oyentes con infinidad de datos si ninguno de ellos será capaz de recordarlos. Para favorecer la comprensión, será necesario que hablemos en un tono audible, modulando la voz correctamente para que el discurso no se convierta en una perorata monótona y pesada. Procuraremos, además, utilizar un lenguaje sencillo, que permita al público seguir el hilo de la exposición sin grandes esfuerzos, con frases cortas y un léxico culto pero asequible. Si conseguimos hilvanar nuestras palabras con estos tres objetivos en el horizonte y cuidando nuestra imagen con un atuendo adecuado a la ocasión, el éxito está garantizado. Seguro.
Ya sé que es más fácil escribirlo que decirlo invadido por los nervios ante un público expectante, pero todo se puede aprender, sobre todo con la práctica, así que más vale que nos pongamos manos a la obra cuanto antes.

14 comentarios:

  1. Luis G. Martín16 agosto, 2010

    Quiero hacer una pequeña aportación a este estupendo artículo:
    Cuidar mucho la primera y la última frase de la intervención. Sobre todo la apertura, hay que intentar hacerla espectacular.

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  2. Efectivamente, Luis, es importante entrar con buen pie, convenciendo, interesando. Gracias por tu comentario y un saludo,

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  3. Has dado en el clavo, Olga. Para mí, dominar el tema es básico.
    Si me lo permites, aportaré que, para lograr la mejor atención del público, hay que transmitir entusiamo; y para ello te tiene que apasionar el tema del que vas a hablar. Si el auditorio ve que tú vives con pasión el tema del que hablas (y consigues transmitir esa pasión), te seguirá con mayor atención.

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  4. Exacto como bien dices Luis ...

    Una buena entrada capta la atención y una buena salida genera recuerdo

    Gracias

    www.ALbertRiba.com

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  5. José Antonio, Albert, gracias por aportar vuestra experiencia. Un saludo,

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  6. Buenos consejos!
    Un orador que conocí hace ya timepo, me dijo que es bueno introducir algo de humor (siempre y cuando esta ahbilidad se le de bien) e incluso anecdotas e historias que ejemplifiquen, supongo que dependerá un poco del tema a desarrollar y del ámbito dónde se aplique.
    Gracias

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  7. El sentido del humor nunca está de más, Carina, aunque debe aplicarse con sentido de la oportunidad. Gracias por tu comentario y un saludo,

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  8. Concuerdo contigo. Hay que comunicar siempre emociones. Si no logramos conectarnos con nuestra audiencia en este nivel, no podremos lograr nuestros objetivos.

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  9. Raquel Fernández Solis18 agosto, 2010

    Llegar al corazón de la audiencia, transmitir pasión, atraer con ejemplos personales y cercanos,conocer a tu público, transmitir pocas ideas muy concretas mejor que muchas generales con una actitud positiva y cercana son claves para comunicar en público.

    Olga, Felicidades por tu excelente artículo

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  10. Olga además de los consejos que aportas, que son fantásticos, yo utilizo la técnica de moverme por el escenario o zona, así como la alternar la mirada a distintas zonas, se atrae la atención de la gente.

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  11. Rafael, Raquel,en eso consiste exactamente la comunicacion, en suscitar emociones, siempre desde la empatía con el público que nos escucha.
    Gracias por vuestros comentarios y un cordial saludo,

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  12. Papaes, comparto la sugerencia que aportas. El lenguaje no verbal y el dominio del escenario son cruciales para captar el interés del público. Un cordial saludo,

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  13. Anxo Suárez19 agosto, 2010

    Interesante artículo sobre un tema que me interesa mucho.
    Supongo que muchos/as ya lo conocéis, pero por si acaso me gustaría recomendar el libro "La isla de los cinco faros" de Ferran Ramón-Cortés, que leí hace ya algún tiempo y en el que se identifican las cinco claves que él considera necesarias para establecer una comunicación eficaz.

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  14. Tomo nota, Anxo. Gracias por tu recomendación y por tu comentario. Un saludo,

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