El pasado fin de semana estuve en la Universidad de Salamanca, invitada por José Luis Delgado, director del curso de Protocolo, Comunicación e Imagen Corporativa que celebra este año su cuarta edición. Como en todos los años anteriores, me he encontrado con un numeroso grupo de alumnos de los que destaco su alto grado de participación y su enorme interés en aprender todos los pormenores de la organización de eventos. Como siempre, fue un placer compartir con ellos dos intensos días que se pasaron en un suspiro.
En estas jormadas tenía a mi cargo la responsabilidad de cerrar el programa lectivo con las dos últimas ponencias, relativas a las técnicas necesarias para la organización de un evento y la importancia de la puesta en escena. En la primera parte de mi intervención, intenté detallar paso a paso las pautas a seguir para la planificación y ejecución de un acto, con ejemplos gráficos de la amplia casuística que se puede presentar y la manera de resolverla. La clave fundamental, según mi experiencia, reside en la aplicación flexible pero rigurosa de la técnica, que siempre ha de estar al servicio de los objetivos de la empresa promotora. Esto es fundamental: primero los objetivos, el mensaje. Después los recursos para lograrlos.
En la segunda clase, los alumnos descubrieron la necesidad de cuidar al máximo la escenografía, la producción y todos los detalles que componen el aspecto visual de un acto, ya que todo ello forma parte de un lenguaje simbólico que contribuye a la transmisión del mensaje. Hablamos de iluminación, de gamas cromáticas, de decoración, de montaje de escenarios y de medios técnicos. La conclusión final de mi ponencia podría resumirse en la necesidad de implementar a la organización de un evento -sea este grande o pequeño- grandes dosis de creatividad, sencillez y coherencia, siempre con el fin de generar una experiencia memorable en los asistentes. Provocar emociones es el objetivo final.
Este curso de la USAL, tras el éxito de cuatro ediciones consecutivas, se completará el año que viene con el estreno de un master, título propio de la Universidad de Salamanca, del que me honro en ser, además de docente, coordinadora de área. Se trata del Master en Protocolo, Comportamiento Social y Corporativo, del que más adelante podré aportar más detalles. Un apasionante proyecto que, en pocos meses, se hará realidad.
En el transcurso de mi corta estancia en tierras salmantinas, tuve la oportunidad también de sumarme al grupo de alumnos en su visita a las instalaciones de RTV Castilla y León, donde, tras la bienvenida de su director, fuimos acompañados por una redactora en un interesante recorrido por la redacción, la sala de edición, el plató y el archivo. Y, como colofón final, tuvimos el privilegio de asistir desde la sala de realización a la emisión en directo de un informativo. Una experiencia realmente interesante la de descubrir el otro lado de un medio de comunicación, los entresijos de un programa y las bambalinas de todo lo que en casa vemos a través de la pantalla.
A mi regreso siento que llego cargada de satisfacciones. Las que me proporciona el contacto con los alumnos y los ilusionantes proyectos que me esperan.
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