6/9/10

El presidente de Cantabria no entiende el protocolo, por Olga Casal



El pasado día 2 de septiembre la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en una ceremonia a la que el Presidente de Cantabria se negó a asistir, ofendido al saber que había sido excluido de la mesa presidencial y debía ocupar un puesto en la primera fila de invitados junto a otras autoridades.

En la explicación que ofreció a los medios por esta ausencia, Miguel Ángel Revilla calificó el hecho que la motivó de “desprecio a Cantabria” y a su persona como presidente. La UIMP, a su vez, se defendió en un comunicado explicando que el acto era “esencialmente académico” y que "todas las autoridades políticas, como el alcalde de Santander, la vicepresidenta del Gobierno regional, el presidente del Parlamento cántabro o el delegado del Gobierno fueron informadas de sus características y ocuparon el puesto que les correspondía en primera fila sin ningún problema".
A tenor de la noticia que reflejan los medios y desconociendo otros pormenores, creo que el presidente cántabro se equivocó en su proceder y en su comentario. Ni Cantabria ni él se ven despreciados por no haberle asignado un puesto en la mesa presidencial, ya que ésta quedó conformada por los doctores del Consejo de Gobierno de la UIMP, que son los anfitriones y organizadores del acto, acompañados de la propia homenajeada y de la Vicepresidenta Primera del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega, en calidad de madrina y encargada de pronunciar la laudatio. Al presidente regional se le asignó un puesto de honor en la primera fila, al lado de las otras autoridades institucionales ordenadas protocolariamente según el R.D 2099/1983, que es el instrumento legal de referencia para establecer la ordenación de precedencias en España. Ninguno de ellos tiene por qué sentirse ofendido por no figurar en la mesa presidencial, ya que se trata de un acto académico que tiene lugar en la sede de la universidad y es natural que sean las autoridades académicas las que presidan. Todo ello sin menoscabo de las demás autoridades presentes, que fueron tratadas con la máxima deferencia.

Un principio básico del protocolo bien entendido es que la mesa presidencial debe estar compuesta únicamente por las principales autoridades o personalidades que concurran al acto, siempre que tengan una vinculación directa con el mismo, en aras de transmitir un mensaje claro y conciso. En otras palabras, que el carácter del acto determina la composición de la presidencia. Y esto es lo que se hizo en Santander, ni más ni menos.
El protocolo consiste en ordenar y dar a cada uno el lugar que le corresponde en función del rango por el que se asiste, del tipo de acto, el motivo de la celebración, el lugar, el anfitrión, los invitados y un sinnúmero de variables que cambian en cada ocasión. Y por eso es tan importante que los servidores públicos, los medios de comunicación y toda persona que tenga una proyección social o una responsabilidad corporativa tengan conocimientos y formación en esta materia. Con ello se evitarían desafortunados incidentes como éste propiciados por el desconocimiento y la falta de información.
Los responsables de protocolo de la UIMP procedieron, a mi modesto entender, con toda ortodoxia al organizar el acto al que me refiero, adecuando la composición de la mesa presidencial al carácter de la celebración. El mismo criterio de adaptabilidad aplican a la celebración de otros actos con distinto mensaje, como la entrega del Premio Internacional Menéndez Pelayo, que se celebra anualmente. En ese caso, la ceremonia se convierte en un encuentro entre la institución y la sociedad, por lo que tanto las autoridades políticas como las académicas están presentes en la mesa presidencial. Distinto acto, distinto mensaje, distinta presidencia.
Como conclusión - no me canso de repetirlo - cada acto es único y el protocolo es el vehículo transmisor del mensaje corporativo e institucional y el gran aliado de la comunicación. Pero es indispensable la formación para conocer las reglas de juego.

8 comentarios:

  1. Hola Olga,

    Coincido contigo plenamente. Yo no estoy muy acostumbrada al protocolo, estoy acostumbrada a protocolos de seguridad, y a 'formas de hacer' a nivel tecnológico sencillamente.

    Creo que es importante su existencia, me ayuda, me siento cómoda con él, porque me evita pensar dónde me pongo, qué hago…en entornos sociales que para mí son nuevos y que reúnen a mucha gente. Claro, que he de dejarme llevar...y no ‘desconfiar’. Pero soy sincera y reconozco que a veces, dejarse llevar y más en momentos de 'nervios' me es difícil.

    Un saludo,
    Marga Moya.

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  2. Cuando un acto está organizado por profesionales suele salir bien, pero también es necesario que los asistentes al mismo tengan los conocimientos mínimos para saber que las cosas no se hacen porque sí, sino con criterios rigurosos.
    Gracias por tu comentario, Marga, y un saludo,

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  3. Mª Carmen Portugal07 septiembre, 2010

    Olga, coincido contigo. Tu artículo me ha recordado otro acontecimiento similar al descrito. En esta ocasión se trataba del Presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y de la Unversidad de Alicante. Por cierto, dicho "desprecio" le costó muy caro a la institución académica.

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  4. Mª Carmen y qué esperar de dicho presidente, ¿verdad?

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  5. Como muy bien sabes, Carmen, para que un acto se desarrolle con éxito es imprescindible que todos los que participan en él (desde los organizadores hasta los invitados, pasando por los anfitriones) conozcan las reglas del juego y las cumplan con honestidad. De lo contrario, nos encontramos con estos casos, en los que las personas, las instituciones y el acto mismo quedan en entredicho innecesariamente.
    Me alegro de encontrarte por aquí. Muchas gracias por participar y un saludo muy cordial,

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  6. Buenos días,

    Es la primera vez que entro en este blog: "Todo es comunicación", es muy interesante.

    Pero me gustaría que en relación al Acto protocolario organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, no comparto las críticas que hacen al Presidente de Cantabria.

    Pienso que la UMPI, debió tener en cuenta la figura de Santander, su alcalde, y por lo tanto también la figura del Presidente.
    Es bueno que cuando se organiza un ACTO PROTOCALRIO, se tengan en cuenta los lazos históricos: No hace falta que ahora haga un resumen del origen de la UMPI, etc.
    Como se suele decir siguiendo la sabiduría popular (Pilar fundamental del BUEN PROTOCOLO Y DEL BUEN HACER): LO CORTÉS NO QUITA LO VALIENTE.

    Así pues considero que el planteamiento del acto ha sido poco AUDAZ y EXPERIMENTADO, al no contar con el Presidente de Cantabria en presidencia. El correcto protocolo no se basa solo en la aplicación de un Real Decreto. Y pilar también fundamental o prioritario del auténtico protocolo, es evitar que se produzcan estos desencuentros.
    Probablemente habrá otros motivos distintos al protocolo. Desde mi mas absoluta ignorancia supongo serán motivos relacionados con las personas que actualmente representan tanto a la UMPI como a Cantabria.

    Con mis mejores deseos para que estas situaciones no se vuelvan a producir en vuestra Comunidad.
    Saludos desde Campus Stellae.

    Nuria Pereira Martínez
    http://www.campus-stellae.com/ep/escuelaprotocolo.html

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  7. Nuria, desde mi punto de vista, la UIMP podría haber invitado al Presidente a formar parte de la mesa aplicando los criterios que describes en tu comentario, pero no tenía ninguna obligación de hacerlo. Yo defiendo el derecho del organizador a decidir sobre su acto, siempre que todos y cada uno de los intervinientes sean tratados con la máxima deferencia y respeto, otorgándoles el puesto que la normativa, la tradición y el sentido común aconsejen. Creo que esto fue lo que hizo la UIMP.
    En todo caso, gracias por tu comentario y un saludo,

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  8. Hola Olga Casal buenos días,

    Efectivamente tu lo dices : "otorgándoles el puesto que la normativa, la tradición y el sentido común aconsejen...".
    Y yo sigo interpretando la UMP faltó:
    1º. al sentido comñun.
    2º.- a los origenes de su relación, y que hoy deberían ser: de la tradición

    Así que reitero: LA UMP ERRÓ EN LA ORGABIZACIÓN DEL ACTO. Y con ello no solo afecto a la figura de Cantabria y por tanto su presidente, sino que también afectó a como lo interpretó la homenajeada.

    Gracias Olga por responder a mi mensaje. Y ánimo con el blog!

    Saludos desde
    Area Protocolo, Ceremonial y Heraldica
    Instituto Europoeo Campus Stellae
    www.campus-stellae.com

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