Ha fallecido mi queridísimo amigo, compañero y maestro José
Luis Delgado. Hace ya unos días del suceso y todavía me duele profundamente
escribirlo, decirlo, pensarlo, a través del vacío enorme que me deja su
ausencia.
Se me agolpan los recuerdos, las anécdotas, las vivencias de tantos años. Desde que nos conocimos en un curso de verano de la UIMP en Santander, se
estableció entre nosotros una corriente de simpatía y complicidad que nos hizo
inseparables, a pesar de los muchos kilómetros que nos distanciaban. En ese
tiempo, hemos compartido proyectos, sueños, ilusiones e incontables horas de
trabajo, pero siempre con el buen humor como telón de fondo. Jamás tuvimos un
desencuentro, ni una mala palabra, a pesar de que no siempre estuvimos de
acuerdo en nuestra visión de las cosas. Pero formábamos un equipo bien avenido, sólido, complementario y siempre unido, que nos dio a los dos fortaleza y empuje.
Del perfil profesional de José Luis Delgado, de sobra conocido, sólo recordaré
que fue un hombre de vasta cultura, polifacético, que supo combinar su
formación en periodismo y en protocolo con sus innatas dotes comunicativas para completar una exitosa trayectoria que hoy todo el mundo le reconoce. José
Luis fue en vida todo lo que quería ser: un gran maestro del protocolo y la
comunicación, un magnífico docente y, sobre todo, un excepcional ser humano que
ha dejado una huella profunda en todos los que le conocimos y tratamos. Carismático,
cortés, amable, elegante, justo, sabio, generoso, entregado, trabajador incansable… me faltan
calificativos para dibujar el retrato de un hombre que, ante todo, fue honesto
e hizo de la ética y el respeto su bandera. "Saber ser y saber estar" era la
consigna que repetía y predicaba constantemente con su ejemplo, e íntegro sería la palabra elegida si tuviera que definirlo con una sola.
Con su voz profunda y grave, llena de pasión y vehemencia, José Luis siempre llamó a las cosas por su nombre, plantó cara a muchos en muchas ocasiones y, lamentablemente, algunos nunca se lo perdonaron, a pesar de que la franqueza siempre quedaba amortiguada por su humildad.
Con su voz profunda y grave, llena de pasión y vehemencia, José Luis siempre llamó a las cosas por su nombre, plantó cara a muchos en muchas ocasiones y, lamentablemente, algunos nunca se lo perdonaron, a pesar de que la franqueza siempre quedaba amortiguada por su humildad.
Hoy recojo emocionada las incontables muestras de cariño que sus
amigos, sus compañeros y sus alumnos han expresado a través de diferentes
canales, y me siento orgullosa de su amistad, de haber formado parte de su
vida y de haber aprendido a su lado. Me consuela enormemente esta marea de afecto y admiración que no es más
que una pequeña muestra de todo lo bueno que él sembró a lo largo de su existencia. A todos, mi gratitud más sincera. Y a los que con su mezquino silencio demuestran la bajeza más
abyecta sólo puedo decirles que merecen todo mi desprecio. José Luis fue un hombre digno, honrado y decente, y esa altura que sólo los grandes alcanzan a algunos les produce vértigo.
Querido José Luis, quedo huérfana de tu
consejo y de tu apoyo, pero tu ejemplo y tu recuerdo permanecerán eternamente
en mi corazón. Hasta siempre, querido amigo, sé que volveremos a encontrarnos.
Ocasionalmente José Luis Delgado compartió algunos de sus pensamientos y reflexiones en este blog. Estos y un vídeo de su conferencia en las Jornadas de Comunicación Institucional e Imagen Pública celebradas en Pontevedra en el 2013, pueden consultarse en los siguientes enlaces:
NOTA DE PRENSA
Adiós a un maestro
del protocolo, D.E.P. José Luis Delgado
Hace unos días, y coincidiendo con su cumpleaños, nos dejaba
un gran maestro del protocolo, José Luis Delgado, periodista, comunicador y docente
de vocación que desarrolló su actividad
profesional con éxito y reconocimiento en todos los campos que fue abordando a
lo largo de su vida.
Desde sus inicios periodísticos en el mítico Diario Pueblo,
su amplia formación, su cultura y su capacidad innata para la comunicación le
llevaron durante dos décadas a la Oficina de Información Diplomática del
Ministerio de Asuntos Exteriores y, más tarde, durante catorce años a la
dirección de Relaciones Institucionales de Interflora. Ya desde su propia empresa,
Delgado & Asociados, llegó al mundo de la consultoría en protocolo y
comunicación, acometiendo importantes proyectos de asesoría en diversas
instituciones públicas; organización y dirección de protocolo en varios
congresos, actos institucionales y empresariales; intervenciones en múltiples
encuentros profesionales y colaboraciones docentes en las más prestigiosas
universidades. Pero también desarrolló sus propios proyectos formativos, creando
en la Universidad de Salamanca los primeros cursos extraordinarios de protocolo
y el primer máster centrado en esta
materia, que él amaba sin paliativos.
José Luis Delgado fue un hombre carismático y pasional,
entregado como pocos a su quehacer profesional, respetado y admirado por sus
compañeros, y querido entrañablemente por los cientos, si no miles, de alumnos
que pasaron por sus aulas.
Para todos los que le apreciaron en vida y quieran darle su
último adiós, se celebrará un funeral en Madrid el miércoles día 12 de febrero
a las 7 de la tarde, en la parroquia del Buen Suceso, sita en la C/ Princesa,
43.
Suscribo plenamente el retrato realizado. No te olvidaremos.
ResponderEliminarHermoso, no puedo añadir nada más desde la emoción, creo que nadie mejor que tú para este homenaje que hacemos nuestro. Gracias Olga, gracias.
ResponderEliminarPrecioso homenaje también el tuyo, Olga.
ResponderEliminarSé que te costará sobrellevar su pérdida, a mí me ha dolido y fui su alumna un año y mantuve el contacto.
Ciertamente uno de sus lemas era "saber ser, saber estar" y lo llevó a la práctica siempre.
No te angusties por los silencios hablan por sí solos. La personalidad y obra de José Luis son imborrables y nosotros le recordaremos siempre.
Un fortísimo abrazo y todo mi ánimo.
Ana.
Queridas amigas, Madagascar, María del Pino y Ana, muchas gracias por vuestras palabras y vuestros ánimos. Un fuerte abrazo
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